Un dia y medio

Atendiendo la enfermedad. Esperando nerviosa el proximo vomito, y anticipando un viaje incomodo y una espera larga y angustiosa en la emergencia del hospital de los ninos. Me siento tan culpable por perder el control con tan poco, cuando se, "del puno y letra de Aminata", de las noticias desafortunadas y tristes de amigos y familiares, y del mundo: que es posible tanto mas padecimiento en la vida. Tambien me da miedo. Pero llega un momento en la enfermedad de mis hijas, que me pongo tan nerviosa, que siento que no puedo mas y simplemente me quisiera desconectar. Y brevemente entiendo a tantas madres que han dejado a sus hijos. Quizas ellas, no hubieran podido atenderlos.

Esta manana me bane en la regadera con el agua casi hirviendo y me sone la nariz fuerte, tan fuerte, que me dolieron el tabique y hasta los huesos de la frente. Me desenrede el pelo mojado, me seque, y me abrigue bien. Arrope a la nina, y le deje el tetero de agua con hielo a un lado. Aunque me parezca mucho, un dia y medio de vomito, lo mas seguro, es que no sea tanto. No es tanto, no es tanto, no es tanto. Tengo que ser mas fuerte. Mucho mas fuerte.

Victoria.